Razas ovinas
Mérinos d’Arles

 Aptitudes y producción

Originaria de la llanura de la Crau, la raza Mérinos d’Arles está localizada en un 90% en la región Provence-Alpes-Côted’Azur pero también se extiende a Drome e Isere.

El principal sistema de crianza asociado a esta raza está caracterizado por una alimentación que se basa casi exclusivamente en el pasto.

El manejo del rebaño se organiza en torno a un ciclo que alterna una gran trashumancia de junio a octubre sobre todo el macizo alpino y el pastoreo en las praderas y pastizales de la baja Provenza y de los Préalpes de octubre a junio. Los rebaños se desplazan al compás de la evolución de la vegetación.

La oveja Mérinos d’Arles es reconocida por su capacidad para movilizar sus reservas, y soportar así los cambios de raciones (en cantidad y en calidad).

La calidad del vellón Mérinos es una barrera natural contra las agresiones climáticas (lluvia, frío, canícula) en montaña pero también durante la temporada de invernada en Crau.

Su instinto gregario facilita su manejo en grandes rebaños de varios millares de cabezas: es una de las razas en las que el tamaño de los rebaños es el más importante (700 animales en promedio).

El período de monta es generalmente antes de la subida a los pastizales de montaña, pero la aptitud natural de las ovejas al cambio de estación reproductiva permite una segunda monta, llamada "de repaso", durante la bajada de las montañas.

Dado que los corderos pueden nacer en distintos períodos del año y en distintas condiciones climáticas, se encuentran producciones muy variadas, que van del cordero lechal al cordero de engorde.

 Selección

La selección genética se realiza prioritariamente sobre la vía macho y sobre ascendencia: los machos elegidos se seleccionan a partir de los rendimientos de sus padres.

Los principales objetivos del programa de selección son la conservación de los caracteres de la raza (morfología general del animal, calidad de la cornamenta cuando está presente, calidad y finura de la lana, rusticidad), la mejora de las cualidades maternas (aptitud para la lactancia, prolificidad), y finalmente la mejora de la resistencia a la tembladera.