Las etapas de la selección
Una organización nacional y colectiva

 Una ley fundadora en 1966

La calidad y la constante progresión de los resultados de los programas franceses de selección genética son el fruto de una larga experiencia. En primer lugar, la de ganaderos que, individualmente, y luego en el marco de asociaciones de raza, han iniciado una selección basada en el fenotipo de los animales.

Desde mediados del siglo XX, este enfoque empírico ha evolucionado profundamente en Francia con el desarrollo de la genética cuantitativa. Para valorizar lo mejor posible estas nuevas perspectivas científicas, las directrices del dispositivo francés de mejora genética se han definido en la Ley sobre la Ganadería de 1966.

Por esta ley, las bases de programas modernas de selección se fundaban a través de una organización colectiva y nacional: sistema único de identificación animal, control de producción en granja, prueba de progenie de los reproductores candidatos a la difusión por inseminación animal, creación de un instituto técnico encargado de los métodos y de la asistencia técnica de todos los programas, etc.

 La eficacia de una organización nacional y colectiva

Desde los años 1970, los programas franceses de selección han evolucionado mucho con el aumento del tamaño de las bases de selección, la aplicación de los nuevos conocimientos científicos y la integración de las innovaciones tecnológicas.

Pero el mismo principio fundador sigue siendo de actualidad: el de una organización nacional y colectiva. La mutualización de una parte de los costes, de los servicios técnicos y de las herramientas entre regiones, entre especies y entre razas permite que todo ganadero participante, cualquiera que sea la raza y la localización de su ganado, pueda beneficiarse:

  • de los progresos metodológicos, científicos y tecnológicos;
  • de servicios homogéneos en calidad y en objetividad;
  • de protocolos estandarizados y fiables.

Desde hace cerca de 50 años, esta organización nacional y colectiva ha permitido suscitar la participación de un gran número de ganaderos, preservar una importante biodiversidad y generar importantes progresos genéticos para todas las razas, en beneficio del desarrollo de los sectores.

 Eficacia y objetividad

Cada una de las etapas de los programas de selección (identificación y certificación de las filiaciones, control de los rendimientos en granja, control de desempeño de los reproductores, etc.) es realizada por una organización de ganaderos especializada en su función y jurídicamente independiente de las asociaciones de raza.

Esta originalidad busca permitir el desarrollo de las competencias específicas necesarias para cada función, el suministro de servicios de proximidad y la independencia frente a los operadores directamente concernidos por la valorización comercial de los reproductores.

 Coherencia y fiabilidad.

En cada especie, los métodos y los procedimientos para cada una de las etapas de los programas de selección son idénticos para todas las razas de igual finalidad (leche o carne). A nivel nacional, el Instituto de la Ganadería es responsable de su definición y de su evolución, también a cargo de la formación y de la autorización cuando proceda de los técnicos que los aplican.

Todas las razas de bovinos lecheras siguen así por ejemplo los mismos procedimientos de gestión de las genealogías, de control de producción en granja, de prueba de progenie, de evaluación genética, etc. Pero cada una de las razas conserva evidentemente su dinámica propia en términos de orientación y de objetivos de selección.

Para cada especie, el registro, el control de calidad, el tratamiento y la circulación de todos los datos se realizan gracias a un solo y único Sistema Nacional de Información Genética nacional. Del mismo modo, el conjunto de estos datos constituye una sola y única base de datos nacional administrada por el Estado, a través de su Instituto Nacional de Investigación Agronómica.

 Amplia participación y alto nivel de exigencia.

Con el fin de tener en cuenta la mayor variabilidad genética posible, el número de animales de cada raza y el número de ganadería que participa en los programas de selección deben ser los más elevados posibles. Con más de 3,4 millones de hembras en 60 000 ganaderías, las bases francesas de selección (animales con genealogía y control de producción) en razas bovinas alcanzaron un tamaño que los colocaba entre los más importantes del mundo.

Pero con el fin de ejercer una fuerte presión de selección, muy pocos procedentes de estas bases de selección están finalmente cualificados para la monta natural o autorizados para difusión por inseminación animal. En cada generación, sólo los que han probando una muy clara superioridad genética con relación a sus contemporáneos pueden serlo.

De este modo, en razas bovinas de carne, solamente se eligen finalmente una cincuentena de toros cada año para ser difundidos por inseminación artificial, entre los productos de las 900 000 vacas controlados en granja por año y luego de los 2 000 jóvenes toros controlados en estación.

 Un gestión colectiva nacional por France Génétique Elevage

Con el fin de garantizar la cohesión de este dispositivo, su gestión ha sido garantizada en el marco de la ley de 1966 por la Comisión Nacional de Mejora Genética (CNAG), presidida por el Ministerio de Agricultura y compuesta de expertos de la investigación pública (INRA, etc.) y de las organizaciones de ganaderos (Instituto de la Ganadería, etc.).

Desde entonces, esta comisión de orientación y de dictamen permanente ante el Ministerio de Agricultura tuvo a cargo, en particular, la autorización de las organizaciones técnicas, de los programas de selección, de los protocolos técnicos, de los toros candidatos a la difusión por inseminación animal; el análisis de las evoluciones necesarias, la elaboración de propuestas de evolución reglamentaria, etc.

Habida cuenta del alto nivel de eficacia y de rigor alcanzado por las organizaciones de ganaderos, el Estado ha confiado en adelante este pilotaje (Ley de Orientación Agrícola de 2006) a France Génétique Elevage (FGE), interprofesión nacional para la mejora genética de los rumiantes.

FGE reúne a todas las organizaciones técnicas implicadas en los distintos eslabones de los programas de selección (identificación, certificación de las relaciones, control de producción, mantenimiento de los libros genealógicos, selección y difusión de los reproductores, gestión de los sistemas de información genéticos, evaluación genética) así como las que representan a todos los ganaderos (FNB, FNPL, FNEC, FNO).

 Una calidad reconocida oficialmente a nivel internacional

Con el fin de reforzar la gestión de progreso constante que permite a la genética francesa ocupar su lugar actual a escala mundial, France Génétique Elevage ha emprendido el conjunto de este dispositivo y de estas organizaciones en un Sistema de Management de la Calidad (SMQ).

Diseñado según los estándares de la norma ISO 9001:2008, este Sistema de Management de la Calidad ya ha sido reconocido oficialmente a nivel internacional.

France Génétique Elevage ya obtuvo en 2010 el Certificado de Calidad ICAR (International Committee for Animal recording) para el conjunto de las actividades relativas a la mejora genética de las razas bovinas lecheras y bovinas de carne.

 

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