Una biodiversidad notable
Diversidad de las razas ovinas y caprinas lecheras

 Las razas ovinas lecheras

Originaria del sur del Macizo Central, la raza Lacaune se ha convertido, con su especialización lechera desde principios del siglo XX, en la primera raza francesa en términos de efectivos y de lactancia media. Su desarrollo está íntimamente vinculado a la valorización de su leche en queso de Roquefort, cuya calidad y especificidad ha sido reconocida a partir de 1925 por la primera Denominación de Origen Controlada (DOC) francesa.

Las razas Manech Tête Rousse, Manech Tête Noire y Basco-béarnaise del oeste de los Pirineos son generalmente criadas en zonas de llanura y de montañas. Estas razas se distinguen por sus escasas necesidades de mantenimiento, su facilidad de parto y su adaptación a las fuertes variaciones de temperatura.

La raza Corse, cuyos efectivos se concentran esencialmente en su isla de origen, se caracteriza por su gran rusticidad y su capacidad para recurrir a sus reservas en caso de escasez. Se cría fácilmente al aire libre integral en zonas áridas de pastadero y de trashumancia.

 Las razas caprinas lecheras

Durante los cincuenta últimos años, la ganadería caprina ha experimentado en Francia una profunda mutación en el marco del desarrollo y de la modernización de la cadena productiva.

De una actividad anexa para la alimentación familiar, la ganadería caprina se ha convertido en una producción de pleno derecho, rentable y competitiva. La fuerte mejora genética del ganado nacional es el origen del crecimiento constante de los volúmenes producidos aún cuando el efectivo nacional ha disminuido claramente.

La ganadería caprina francesa, debido a su orientación casi exclusivamente lechera y a la eficacia de sus programas de selección, ocupa ahora un lugar privilegiado y totalmente original a escala mundial.

Cerca de dos tercios del ganado nacional se concentra en el Centro-Oeste de Francia (regiones Centro y Poitou-Charentes) y en el Sureste (región Rhône-Alpes). Estos efectivos están esencialmente compuestos por las razas Alpine (originaria de los Alpes) y Saanen (originaria del valle Suizo de la Saane), que alcanza lactancias medias excepcionales.

Otras razas con efectivos más reducidos continúan sin embargo teniendo el favor de los ganaderos.

La cabra Corse se ha mantenido en su cuna de origen gracias a su muy buena adaptación a la ganadería en el monte corso (formación vegetal muy densa de arbustos espinosos) y a la valorización de su leche en queso Brocciu con Denominación de Origen Controlada.

Las razas Poitevine, Rove y des Fossés prácticamente habían desaparecido durante la segunda mitad del siglo XX, víctimas de epizootia, del éxodo rural y de la competencia de las razas más productivas. Sus efectivos se estabilizaron y se desarrollan para algunas desde hace una decena de años gracias a programas de conservación adaptados.