Seguridad sanitaria y prevención de los riesgos
Observatorio de las anomalías genéticas

 Para la difusión de una genética cada vez más segura

Las anomalías genéticas (cambios de genes, anomalías cromosómicas) son un riesgo normal de la recombinación de los genes durante la fecundación. Son la causa de trastornos del desarrollo o de enfermedades.

Toda población lleva anomalías genéticas. Estas anomalías son por lo general extremadamente raras, lo que las vuelve difícil de detectar y lo que explica que pasen generalmente desapercibidas.

Sin embargo, aunque la utilización masiva de algunos reproductores de élite por la inseminación permite difundir progresos genéticos importantes, también puede contribuir a extender rápidamente tales anomalías genéticas en una población. Su consecuencia económica para los ganaderos y los sectores pueden ser importantes.

El análisis de la historia genética de algunas razas muestra claramente que este riesgo no sólo es teórico. En los años 1990, la raza Holstein tuvo de este modo 2 crisis relativamente agudas de difusión de anomalías genéticas (BLAD y CVM en la progenie de los toros US Osborndale-Ivanhoe y Bell).

 Un epidemiovigilancia nacional específica

Las primeras etapas de observación de la emergencia, de caracterización clínica y de toma de muestras de las anomalías genéticas son las más complejas de aplicar, ya que requieren una fuerte coordinación y la intervención de protagonistas múltiples del terreno.

Para controlar y frenar su difusión, los protagonistas de los programas de selección franceses decidieron a inicios de los años 2000 organizar una epidemiovigilancia nacional con el fin de detectarlos precozmente, describirlos y conocer su determinismo genético.

Desde 2002, esta epidemiovigilancia específica es realizada por el Observatorio Nacional de Anomalías Genéticas, coordinado por el INRA y el Instituto de la Ganadería, en estrecha colaboración con el INRA, la UNCEIA, Races de France, el Ministerio, las Agrupaciones Técnicas Veterinarias (SNGTV) y más recientemente las escuelas veterinarias.

 Una eficacia reforzada gracias al genotipado.

El funcionamiento del observatorio nacional de las anomalías genéticas se basa en primer lugar en la declaración y la descripción fenotípica por los protagonistas de los sectores (consejeros genéticos, inseminadores, ganaderos, veterinarios, etc.) de cualquier anomalía física constatada ya sea durante el nacimiento de un ternero, o posteriormente en el transcurso de su vida.

El análisis de millares de declaraciones registradas en la base de datos nacional permite en un primer momento precisar la gravedad y el nivel de difusión de cada anomalía detectada.

Para los casos más frecuentes y de impacto importante, los programas de investigación basados en el genotipado de los individuos concernidos permiten confirmar o no el determinismo genético de la anomalía. Las herramientas genómicas han progresado mucho estos últimos años y permiten en efecto aislar el gen en cuestión cada vez más rápidamente.

Una prueba de ADN de diagnóstico, que permite distinguir a los enfermos, los portadores y no portadores, es la única herramienta eficaz para una política voluntarista de erradicación de las anomalías en una población. Si es necesario, los toros portadores se eliminan entonces precozmente de los programas de selección.

Con el fin de proseguir y mejorar la eficacia de los esfuerzos desplegados, en 2010 se lanzó una nueva fase de desarrollo del sistema nacional de información del observatorio.

En cierto plazo permitirá la renovación de la base de datos nacional, el registro de las declaraciones por aplicación web, la puesta a disposición de una fototeca de visualización de las anomalías, etc.