Un país precursor
Sellos oficiales de calidad y de origen

 Una voluntad antigua de los ganaderos, de las cadenas productivas y de los poderes públicos

La mejora genética de las razas es un elemento determinante para permitir ganancias de productividad a los ganaderos y a las cadenas productivas. Pero también contribuye a la mejora de la calidad de sus productos. Como el modo y la zona de producción, las características de cada raza contribuyen a esta calidad: tasa de proteínas, tipos de caseínas, contenido de omega-3, finura de las fibras musculares, entreverado, tasa de colágeno, etc.

Sobre estas bases y en respuesta a las expectativas de los consumidores, la oferta de productos de alta calidad con características garantizadas es una preocupación antigua en Francia. La primera ley relativa a una Denominación de Origen Controlada se publicó así desde 1925 para el queso de Roquefort. Se basaba en textos jurídicos que se remontan a 1666…

Gracias al patrimonio genético del ganado francés, al know-how de los ganaderos y al dinamismo de las cadenas productivas, esta oferta de productos de calidad no ha dejado desde entonces de desarrollarse.

El Ministerio francés de Agricultura ha creado progresivamente el marco legal, jurídico y técnico que permite reconocer oficialmente a los más notables, proteger su denominación y garantizar a los consumidores sus características.

La experiencia francesa de los sellos oficiales de calidad ha inspirado ampliamente el dispositivo europeo establecido en 1991-1992 (y luego completado en 2006) relativo a la política de calidad y de origen de los productos agrícolas y agroalimentarios (reglamento CE 510/2006).

 Cuatro principales sellos oficiales de calidad y de origen

La Denominación de Origen Controlada (DOC) es una denominación de origen geográfica vinculada a un terreno delimitado con precisión. Garantiza un estrecho vínculo entre un producto, un terreno y un know-how tradicional (de producción y/o de transformación). La interacción entre los factores naturales, climáticos, físicos y humanos confiere al producto concernido una calidad típica y particular. Su equivalencia en la legislación europea es la DOP, Denominación de Origen Protegida.

La Indicación Geográfica Protegida (IGP) designa un producto procedente de una zona geográfica cuya calidad determinada, reputación u otras características pueden asignarse a este origen geográfico. Al igual que la DOP, está regulada por el reglamento europeo N° 510/2006.

El Label Rouge, creado en 1960, certifica que el producto posee características que le confieren una calidad superior a la de los productos corrientes similares. En cada etapa de su producción, el producto debe responder a exigencias en materia de calidad y de gusto, controladas periódicamente y en particular mediante la realización de perfiles sensoriales y pruebas de degustación.

La sigla Agricultura Biológica (AB) garantiza una calidad vinculada a un modo de producción respetuoso del medio ambiente y del bienestar animal. Sobre la base de un pliego de condiciones muy estricto y de controles sistemáticos, el primer reconocimiento oficial en Francia de la agricultura biológica data de la ley de orientación agrícola de 1980, y luego a nivel europeo de un reglamento de 1991, completado y revisado desde entonces.

 Una fuerte implicación y una garantía del Estado

En Francia, los Sellos Oficiales de Calidad están bajo el estricto control del Ministerio de Agricultura y de Pesca. Su gestión está a cargo del INAO (Instituto Nacional del Origen y de la Calidad), organismo público creado en 1947 y bajo tutela del Ministerio.

El INAO analiza los pliegos de condiciones propuestos, se pronuncia sobre la atribución de los sellos oficiales de calidad y de origen, aprueba los planes de control, supervisa su aplicación y emite un dictamen sobre la autorización de los organismos de control (norma 45011 de la COFRAC) o de inspección (norma 17020).

En estas decisiones, el INAO asocia representantes de la producción, de la transformación y de la distribución, de los consumidores, de los expertos cualificados y de los miembros de las administraciones. Los controles de conformidad de los productos y de respeto de los pliegos de condiciones son posteriormente garantizados por organismos certificadores o de inspección independientes, acreditados y regularmente controlados por ellos mismos por los poderes públicos.